Libres B: RECARGADA SEMIFINALISTA POR UN GOL Y DOS PIÑAS. La Gloria le ganaba 1 a 0 a Boero pero el partido fue suspendido por incidentes.

Marcelo Ayllón autor del gol de la Recargada frente a Boero

Por Mauricio García.

La Gloria Recargada se enfrentó a Boero, en el último turno de la cancha uno en el Colegio Médico, pero el partido que ganaba La Recargada por 1 a 0, debió ser suspendido por una agresión física ante el árbitro del encuentro Néstor Nievas por parte de Mauro Pajares (jugador de Boero).

 

El partido comenzó de ida y vuelta constante por parte de ambos equipos. La Recargada tuvo la primera situación en el minuto 6 de juego, cuando Marcelo Ayllon buscó el arco desde unos 30 metros de distancia, con un remate violento que se fue apenas por encima del travesaño.

Ayllon y La Recargada tuvieron revancha 5 minutos más tarde, cuando este encaró por derecha, y ante la marca de un rival enganchó con la zurda hacia el medio eludiéndolo, y remató fuerte al primer palo para poner el 1 a 0 en el marcador.

El partido poco a poco empezó a ponerse brusco, de pierna fuerte, pero La Gloria no cedía terreno y seguía buscando. En el minuto 20 de juego, Gustavo De Luca (Recargada) probó suerte desde afuera del área con un remate que logró controlar con seguridad Adolfo Peñaloza. Boero no podía hacer daño, y mucho de esto se debió al excelente trabajo realizado por la línea defensiva de la Recargada, que tenía como centrales a su capitán Pablo Sosa de último hombre, y a Elio Baigorri como segundo marcador.

Boero comenzó a acercarse al arco rival por medio de la pelota parada, pero no lograba inquietar del todo a Arturo de los Ríos. En el minuto 30, Ricardo Ortiz buscó el empate de los suyos con un remate violento desde afuera del área, que se fue por poco por el palo derecho del arquero. En ese momento del partido Boero se adueñó del balón y la Recargada salía de contra. En el minuto 38 de juego, Germán Ramos buscó ampliar la ventaja con un tiro libre desde el vértice izquierdo del área, que exigió una respuesta sublime por parte de Adolfo Peñaloza, quien se estiro y la sacó al córner.

 

El partido era entretenido, de ida y vuelta, Boero buscaba el empate, la Recargada respondía y preocupaba al rival, pero en el minuto 41 de juego se produjo un hecho lamentable. El árbitro cobró una falta a favor de la Recargada y tuvo la desgracia de que Mauro Pajares (jugador de Boero), no solo se quejara de mala manera ante él por esa sanción, sino que también este le propino un golpe de puño en el rostro ante el asombro de los demás. El árbitro que alcanzó a esquivarlo para no recibirlo de lleno, decidió suspender el encuentro, pero antes de eso, el mismo Pajares, incontenible, se acercó y ante la resistencia de sus compañeros y del primer asistente, también intentó golpear a este (vale aclarar que estas actitudes fueron repudiadas por los demás jugadores de Boero, que se acercaron a pedir las respectivas disculpas a los jueces, y trataron de calmar a Pajares).

 

El encuentro llegó a su fin en el minuto 41 de la primera mitad, con La Gloria Recargada arriba en el marcador por 1 a 0, y a causa de un hecho lamentable, inconcebible, ya que esta es una liga en el que debe preponderar la amistad, compañerismo, respeto, buena voluntad, y sobre todo el compromiso hacia las instituciones que en ella participan. Más allá de lo que pueda cobrar un árbitro, este bien o mal, o de la forma en que juguemos, sea buena o mala (en cuanto se refiere estrictamente al juego), debemos tener en cuenta que estas actitudes solo dañan la buena voluntad con la que está impregnada esta liga, y perjudica el desarrollo de la misma.