La Recargada empató el pasado sábado y así le puso final al sueño de ascenso. Fue una tromba la Recargada comenzado el encuentro. Veneno Frau demostraba ser un delantero peligroso para cualquier defensa, y tras asistencia, Pablo Sosa definió muy bien ante el arquero Amado Brizuela.
Enseguida pudo ampliar Frau, pero no logró batir al uno en una jugada clara. John Deere no despertaba de su letargo, y el conjunto rosado no desistía en su ofensiva. Gustavo Calderón marcó el segundo tras un excelente remate cruzado y parecía que la Gloria se llevaría el partido con una comodidad inevitable, pero John Deere encontró su reacción en una buena jugada de Roberto Leiva quien sin embargo tiró fuera.
Cristian Quiroga pudo descontar con un sablazo que se fue apenas alto, y enseguida, nuevamente Leiva en escena, marcó el dos a uno eludiendo al arquero y definiendo con tranquilidad.
Ulises Ochoa no pudo concretar una asistencia de Leo Frau, y luego el mismo Frau erró la chance de ponerse tres a uno arriba. Y cayendo en uno de los tantos lugares comunes que tiene el fútbol, los goles que se erran, se sufren luego. Quiroga marcó el empate con un golazo, y enseguida tras tiro libre del mismo Cristian Quiroga, puso adelante a John Deere para alegría de los suyos.
El buen partido que esperábamos, fue transformándose en un sinfín de faltas, quejas y actitudes que deberían dejarse fuera de la cancha. Porque John Deere entró en un nerviosismo que perjudicó, y porque las decisiones del juez (De regular partido) enervaban cada vez más a los verdes.
Veneno Frau puso el empate a tres que sería final. Fue tras un centro desde la izquierda que nadie alcanzó a despejar. Quiroga se fue expulsado por hablar de más, por quejarse de mala forma por un cobro del línea, y entonces John Deere enloqueció. Marcó bien la pena máxima, el juez, a favor de la Recargada, pero Germán Ramos no pudo hacer efectivo el remate ya que tapó muy bien Brizuela. No quedó tiempo para más, sólo para más quejas, y para las reprochables actitudes de insultar la terna arbitral y a todo aquel que intentase calmar los ánimos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario