Crónica de Emiliano Schlamelcher (corresponsal de ADEPU)
Poco y nada pasó en un encuentro que para muchos se jugaba
una final, una revancha por lo acontecido el campeonato pasado para definir en
el campeón. El partido estuvo lejos de ser eso y el marcador terminó en blanco,
0 a 0.
Que se puede decir de un partido en donde el clima no ayudó,
en donde los dos equipos ya se conocen de antaño y que los dos estaban
cerrados, que jugaban por momentos con pierna fuerte y al pelotazo, sabiendo
que el viento complicaba el juego aéreo.
En el segundo periodo, los técnicos comenzaron a mover las
piezas dentro y fuera del campo de juego, pero nada dio resultado para un
partido cerrado, trabado, sin llegadas a los arcos, donde prácticamente los
arqueros fueron espectadores de lujo durante los 80 minutos de juego.
Se puede decir que el partido tuvo más faltas que
situaciones de peligro en los arcos. Todos saben el nivel futbolístico de ambos
equipos y de sus individualidades, pero eso no sirvió a la hora de jugar el
partido con viento y tierra, en donde muchos pensaron que era imposible.
Un cero a cero que no le sirvió a ninguno pensando en la próxima
fecha.
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